

𝑈𝑛𝑎 𝑒𝑣𝑎𝑙𝑢𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑎 229 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒𝑗𝑜́ 𝑒𝑛 𝑒𝑣𝑖𝑑𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑢𝑑 𝑒𝑛 𝑎𝑑𝑢𝑙𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 51 𝑦 79 𝑎𝑛̃𝑜𝑠.
Una reciente jornada de salud llevada a cabo en Tunja arrojó cifras que confirman la persistencia de factores de riesgo cardiovascular entre la población adulta de la ciudad. El evento, enfocado en identificar el riesgo de infarto, contó con la participación de 229 personas y fue promovido por la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, en conjunto con el Hospital Universitario San Rafael.
La actividad, desarrollada en el marco del Mes de la Hipertensión Arterial, permitió identificar varios patrones preocupantes entre los asistentes. Del total de participantes, el 53% eran mujeres y el 47% hombres, todos en el rango de edad entre 51 y 79 años.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la alta proporción de personas con perímetro abdominal elevado, un indicador directamente asociado a enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2 y riesgo de infarto. El 77% de las mujeres y el 57% de los hombres superaban las medidas consideradas saludables (88cm para mujeres y 102cm para hombres), lo que confirma una tendencia que ya había sido registrada en jornadas similares realizadas desde 2018.
El sobrepeso fue otra de las condiciones detectadas con frecuencia: el 42% de los evaluados tenía un índice de masa corporal superior al recomendado. A esto se suma que el 45% admitió llevar un estilo de vida sedentario, lo que agrava los factores de riesgo.
Respecto al conocimiento sobre salud cardiovascular, un 45% de los asistentes manifestó desconocer las causas principales de un infarto, mientras que el 86% no tenía claridad sobre su riesgo personal de sufrir uno. En cuanto al consumo de alcohol, el 69% indicó que la cerveza era su bebida preferida.
Otro dato relevante es que el 34% de los participantes fue diagnosticado con hipertensión durante la jornada, lo cual plantea retos importantes para la prevención y atención en salud pública.
Los resultados de esta actividad, desarrollada como parte de una alianza entre la Liga Colombiana contra el Infarto y el Hospital Universitario San Rafael, servirán como insumo para fortalecer campañas educativas y estrategias de detección temprana de enfermedades cardiovasculares en la región.


En los primeros cinco meses de 2025, los giros de EPS intervenidas al Hospital San Rafael se incrementaron en un 102%, uno de los aumentos más altos del país, según reporte de Supersalud.
El Hospital Universitario San Rafael de Tunja fue uno de los principales beneficiarios del crecimiento en los pagos realizados por las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que actualmente están bajo medida de intervención. Así lo informó la Superintendencia Nacional de Salud, al señalar que este centro asistencial registró un incremento del 102% en los recursos recibidos entre enero y mayo de 2025, frente al mismo periodo del año anterior.
Según el balance publicado por Supersalud, el aumento de los pagos a hospitales públicos por parte de las EPS intervenidas ascendió a 1,12 billones de pesos, lo que representa un crecimiento del 25% respecto al mismo periodo de 2024. En total, pasaron de girarse $4,49 billones a $5,62 billones en los cinco primeros meses del año.
En el caso del Hospital San Rafael de Tunja, el flujo de recursos duplicó los montos anteriores, ubicándose como uno de los hospitales departamentales con mayor crecimiento, junto al Universitario de Santander (+105%), el Erasmo Meoz de Cúcuta (+75%) y el Universitario del Valle (+68%).
𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗘𝗣𝗦, 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗮́𝘀 𝗮𝗽𝗼𝗿𝘁𝗼́
El informe también señala que la Nueva EPS, una de las entidades bajo intervención, fue la que más recursos movilizó hacia la red pública. Solo entre enero y mayo de este año giró $2,34 billones, frente a $1,6 billones en el mismo periodo de 2024, lo que significa un incremento del 46,3 %.
Esta dinámica de pagos ha sido clave para sostener financieramente a hospitales como el San Rafael de Tunja, especialmente en un contexto donde se han ampliado las demandas por atención en enfermedades crónicas no transmisibles. Según la Superintendencia, estos padecimientos, entre ellos la hipertensión, la diabetes y la enfermedad renal crónica, concentran el 30% de los casos atendidos, pero consumen hasta el 70 % del presupuesto disponible.
𝗟𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗮 𝘂𝘀𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗱 𝗽𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗼𝗽𝗰𝗶𝗼́𝗻
En medio de las tensiones por la capacidad de los hospitales públicos, la Supersalud reiteró su directriz para que las EPS prioricen la red pública en la atención de los usuarios. Solo cuando estas instituciones no puedan garantizar completamente el servicio, se autoriza la remisión a prestadores privados.
Este lineamiento busca fortalecer el sistema público hospitalario, optimizar el uso de recursos estatales y asegurar que los centros como el San Rafael de Tunja mantengan un papel protagónico en la garantía del derecho a la salud.
𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝘃𝗶𝗴𝗶𝗹𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗺𝗲́𝗱𝗶𝗰𝗮: 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗼
El informe también hace énfasis en el uso adecuado de los recursos ahorrados por compras directas de medicamentos. Supersalud ha instruido a las EPS intervenidas a destinar estos ahorros a la vigilancia clínica de pacientes con condiciones especiales, y a garantizar la entrega permanente de medicamentos de alto costo.
No obstante, el superintendente Giovanny Rubiano subrayó que el reto ahora es traducir estas mejoras financieras en resultados clínicos concretos: reducción de tiempos de espera, continuidad del tratamiento, acceso a diagnósticos oportunos y menos tutelas por falta de atención.

